La Medicina China es una medicina que conoce al ser humano desde otra prespectiva, que no es la analítica ni la fraccionada sino la del ser humano como un “todo”, un “conjunto”, en el que varios signos y síntomas de diferentes partes del cuerpo tienen que ver entre sí, que tienen un denominador común, una misma raíz.
Una medicina que entiende y tiene en cuenta como una emoción incide en ciertas partes del cuerpo dando lugar a ciertos síntomas, y por el contrario, unos desajustes físicos dan lugar a un estado anímico desfavorable generando las llamadas «emociones negativas» y mantenidas en el tiempo. Sí, un pez que se muerde la cola. Y gracias a las agujitas desenredamos esta red, deshilando, deshaciendo nudos… y el resultado es que todo vuelve a su equilibrio natural. Eso es lo que llamamos salud. O bienestar. O la sonrisa de oreja a oreja cuando los pacientes salen de mi consulta.
Una medicina que engloba a la persona y la aborda “entera”, sin dejarse nada en el tintero, acogiéndola desde todos los puntos de vista. Incluso la empática y la de la escucha.
Cuando una persona me viene por un caso concreto a mi consulta, por ejemplo por un dolor de regla, un malestar digestivo, un síntoma concreto o patología a mejorar, en las siguientes sesiones le pregunto cómo ha evolucionado y me dice que no sólo ha mejorado de eso, sino también comenta sorprendida que está mejor de otras cosas, por ejemplo duerme mejor, ya no tiene esa pesadez estomacal, estreñimiento, esta menos nerviosa, siente más equilibrio mental-emocional, se nota con mas energía, ya no tiene calambres en las piernas, ha mejorado su estreñimiento, y un largo etc.
Porque hay muchos síntomas en nuestro cuerpo que no son «enfermedades» o que no son tan molestos o que hemos aprendido a saber llevarlas o «normalizarlos» haciéndolos ya parte de nosotros. Pero sin duda alguna cuando van eliminándose o reduciéndose, nos hacen ganar en salud y calidad de vida.
Esto es la coherencia que subyace en la nutrición integrativa aplicada desde la Medicina China: que incide en todas las partes del cuerpo, en el estado mental y la de las emociones. Todas ellas están interrelacionadas entre sí y cada aguja hace mas de una simple función: va a la raíz donde están los nudos y los desajustes generales de la persona.
Como bien dice la base de la Medicina China, el ser humano es un conjunto de partes inseparables, irremediablemente unidas y relacionadas entre ellas. Todo en nosotros esta conectado, es una trama, una red. Cuando se colocan las agujitas en el lugar adecuado, la forma y técnica adecuada, todo se va hilando, se va recolocando, reequilibrando, armonizando.
Volvemos naturalmente a la salud.
Es muy emocionante ver que el paciente por su propia vivencia compruebe de primera mano los efectos de la Medicina China y la nutrición. Que comprueben como su cuerpo va reajustándose más allá del síntoma o de la enfermedad por la acudieron primeramente a la consulta.