¿Sabías que en los antiguos tratados de Medicina China, de más de 2000 años de antigüedad, ya se hablaba de un eje similar al del hipotálamo-hipófisis-ovarios?
Lo llamaban «eje Corazón-Útero», donde se incluye al cerebro dentro del concepto corazón y a los ovarios dentro del concepto útero. Esta teoría explicaba la relación de la esfera mental y emocional con un buen funcionamiento del sistema reproductor femenino y la salud hormonal.
Según la ciencia ya sabemos que hay una conexión cerebro-ovarios debido al eje hipotálamo-hipófisis-ovarios, donde se producen multitud de acciones entre ellos que son necesarios para diversas funciones ginecológicas. Pero este eje pueden alterarse debido a desajustes en el sistema nervioso, estrés intenso y continuado, alteración del ritmo circadiano, ciertas mediaciones, trastornos metabólicos, inflamatorios, del sistema inmune, alimenticios, entre otros.
Pero en Medicina China no solo se habla a de ese “estrés” como el estrés mental que entendemos hoy en día, sino también de un estado emocional intenso o no tan intenso pero muy continuado en el tiempo.
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Estas emociones pueden ser de tipo exceso (estrés mental, nerviosismo, enfado, frustración, rabia, euforia exacerbada, miedos, etc) o de insuficiencia (tristeza, apagamiento, desazón, apatía). Según la Medicina China, cada una de ellas afecta de manera diferente al ciclo hormonal puede dar lugar a diferentes desajustes, entre ellos problemas del ciclo menstrual y de fertilidad.
Para las mas curiosas, os dejo una representación de textos de la Medicina China de los canales energéticos (meridianos) por las que se realiza esta conexión:
Melina Makarian.
Licenciada en Medicina China por University of Wales, especialista en salud femenina y fertilidad natural con más de 15 años de experiencia.
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