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La transición de verano a otoño

La transición de verano a otoño es una transición de la polaridad Yang a Yin, siendo el máximo Yang el verano y el máximo Yin el invierno.

Hará falta salvaguardar ese Yang que va decreciendo con un estilo de vida más relajado y pausado. Esto no quiere decir que dejemos de hacer cosas pero hay que moderarlo, respetando la naturaleza nuestra y externa, ayudándonos de hábitos generales que te cuento a continuación.

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EJERCICIO: De hecho será importante seguir manteniendo la actividad, pero no la misma que en primavera o verano, sino una actividad más suave. No hay fórmulas lineales ni perfectas, pero una idea es intercalar las clases de ejercicio de tipo más cardio con clases de Qi Gong o pilates o yoga suave. Así como priorizar más la tranquilidad, el descanso y las horas de sueño.

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ALIMENTACIÓN: Empezara a hacer falta una alimentación más Yang (caliente), que incluye la cocción de los vegetales. Cocción ligera tipo salteado, al vapor, hervido rápido. A medida que refresque más el tiempo iremos pasando a cocciones más largas tipos guisos, sopas, cremas, horneados. Es importante ir reduciendo la cantidad de crudos tipo ensaladas de crudos, crudités, batidos verdes, zumos o licuados.

Recuerda que con las cocciones ligeras podemos mantener un punto de crudo/crujiente y esto hace mantener los nutrientes que nos interesa a la vez que aportar calor digestivo. Esto es sumamente importante si padecemos de digestiones lentas, pesadas, metabolismo lento, cansancio y tendencia a ser friolera.

Empezaremos a incluir especias calientes (jengibre, pimentón, canela, pimienta negra, cardamomo, etc) tanto a nivel de infusiones como dentro de las comidas, así como el ajo, la cebolla y el puerro.
 Y como siempre, enfocarnos en los alimentos que nos da cada momento de la estación (manzanas, granadas, uvas, melocotón, zanahorias, nabos, etc).
 

MENTAL-EMOCIONAL: tenderemos al aletargamiento tanto físico como mental-emocional. La necesidad de recogimiento y ligera introversión también es natural en esta época, pero sin llegar los extremos (depresión o apatía extrema). Es necesario saber aceptar la calma, la falta de entusiasmo y la reducción de actividad/estímulos que hemos dejado atrás en la etapa más Yang del año (verano).

Tomar unos minutos de rayos de sol y el contacto con la naturaleza nos ayudará a mantener el animo a flote, conjunto a las recomendaciones anteriores.

Unos minutos de meditación diaria, así como una buena organización de nuestras prioridades, también será muy beneficioso.

Si hay un desequilibrio importante puede ser que estas recomendaciones no sean suficientes y tu estado físico-mental-emocional de sintomatología diversa en esta época. En ese caso te recomiendo pedir una consulta online para mejorar hábitos de vida, alimentación y pautas individualizadas con suplementación natural.

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